Empiezo por la ciudad de Lugo. Pequeña, bañada por el Miño y con un bonito centro histórico, peatonal en su mayoría, que se encuentra delimitado por la espectacular muralla romana, única en el mundo que se conserva en su totalidad. A mí me parece que la primera toma de contacto con esta ciudad debería ser dando un paseo por la muralla, y puestos a elegir, en un día soleado, que con el cambio climático ya no son tan raros. Es un paseo circular, muy popular entre los lucenses, de unos dos kilómetros de longitud por lo alto de la muralla y perfecto para obtener una panorámica del centro histórico y del día a día de sus habitantes. No se cobra entrada a la muralla (si vais ya os daréis cuenta de que en Lugo el dinero cunde muchísimo más que en otras ciudades) y cuenta con 9 puntos de acceso por lo que puedes subir y bajar con total libertad, lo que te permitirá acercarte con comodidad a la Catedral, la Plaza Mayor, con ese precioso edificio modernista que es el Circulo das Artes, la Plaza de Santo Domingo y su mercado, Cubo da Mosqueira, la Puerta de Santiago,… Después del paseo, se impone recuperar fuerzas con el aperitivo, y aquí se despliega ante nosotros una oferta imposible de resumir. Personalmente me quedo con la tradicional “Calle de los vinos” que es la Rúa Nova y su entorno, es decir, Rúa da Cruz, Rúa do Miño y Praza do Campo, donde tomarse un mencía o un xoven turbio es religión. Bueno, también están los apóstatas de la “Estrella Galicia”, que tampoco es mal plan. Y a continuación viene lo que a cualquier foráneo deja perplejo, el “mundo tapa” de esos bares. Me explico: aquí con cada consumición, además de la tapa gratuita habitual en buena parte de la geografía española (ojo, no en toda, una pena) es tradicional servir lo que llaman una “tapa de cocina” que puede ser una cazuelita de callos con garbanzos, zorza, pimientos,… algo extraordinario, Solo recordar que el lema de la ciudad de Lugo es: “ …E para comer, Lugo”. Con eso queda todo dicho. Si luego prefieres continuar la fiesta gastronómica sentado, tienes también muchas alternativas. A nosotros nos gusta mucho “A Nosa Terra”, un local sencillo, con gente amable, buen precio y garantía de calidad en pleno centro histórico.