Preparación:
La noche anterior, echamos los garbanzos en un bol grande para ponerlos remojo y que cuando aumenten sigan cabiendo dentro del recipiente.
Poner a hervir casi un litro de agua y cuando esté muy caliente, se vierte sobre los garbanzos. Los dejamos reposar toda la noche.
A la mañana siguiente se pone hervir una olla grande casi llena de agua.
Preparar los huesos lavándolos, pelar las zanahorias y el puerro. Se le añade el hueso de jamón, el de ternera, las zanahorias (enteras y peladas) y el puerro (entero). Cuando empiece a hervir se le incorporan los garbanzos.